17/2/22

El león del Museo

Esta mañana, recibimos la visita del poeta entrerriano Juan Manuel Alfaro junto a sus nietos, quien nos sorprendió con el regalo de un hermoso soneto acompañado de una conmovedora anécdota sobre el león que se exhibe en el Museo.
Aquí se las compartimos y agradecemos una vez más a Juan Manuel por este valioso gesto. El Museo se llena de vida gracias a estas historias.
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“EL LEÓN DEL MUSEO”
Este soneto que comparto debería formar parte de mi libro “CIUDAD JACARANDÁ” (2018), ya que tiene la misma forma y propósito que los que lo integran; pero recién lo escribí este año. Está dedicado a un amigo, Oscar Barsanti.
Oscar Barsanti, como ya dije, es un amigo, vecino paranaense, que en su infancia –hace más de medio siglo - fue protagonista de un hecho inusual, impensado, absolutamente extraordinario.
Los fondos de su casa (que estaba en calle Paraguay) daban al “campito” de Montevideo y Courreges, lugar al que, por entonces, “venían” los circos. De allí que la imagen de la trompa de un elefante asomando por sobre su tapial lo sorprendiera, fuera algo increíble, maravilloso, solamente la primera vez. Después, pasó a ser moneda corriente.
Pero no sólo él, sino muchos gurises del barrio tuvieron experiencias memorables con los circos y especialmente con los animales de los circos. A propósito, otro amigo y vecino, el admirado artista Alfredo Godoy Wilson me contaba –hace algunos días- que cuando era muy chico tuvo en sus brazos un cachorrito de león, y tal vez no se dio cuenta que -mientras me refería el suceso- hacía el ademán de sostenerlo. Es posible que haya sentido de nuevo en sus brazos la suavidad y el calor de esa pequeña criatura fabulosa.
Claro que además de nacer, morían animales en los circos.
Y uno de ellos fue “el león del Museo”.
“Yo tenía 9 o 10 años… y papá tenía una chatita Chevrolet 28” – me dijo Oscar- “Y vinieron a preguntarle si no podía llevar el león hasta la escuela” (Se refería a la Escuela Del Centenario, donde entonces estaba instalado el actual Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas “Prof. Antonio Serrano”) “Seguramente ya habían hablado con alguien allí”.
Y fue así como Oscar, con su padre, don Oscar Anselmo Barsanti, llevaron –en la chatita Chevrolet 28- el león que había muerto en el circo y que varias generaciones han contemplado y seguirán contemplando en el Museo.
“¡Yo iba atrás con el león!”, recuerda Oscar y cada vez que me lo ha contado lo ha hecho con el mismo brillo en los ojos y con el mismo énfasis, como si aún –aunque han transcurrido casi sesenta años- sintiera que va en la chatita, atrás, junto al león, y no terminara de creerlo.
Por ello, a él está dedicado este soneto en el que trato de “interpretar” la vida de ese animal que debió tener otra vida, y no en la jaula de un circo, en la que fue y vino “por paisajes y pueblos fugitivos” hasta que lo “liberó” la muerte, en Paraná.


“EL LEÓN DEL MUSEO”
                                 A Oscar Barsanti

Oro abrumado y esplendor cautivo
en la luz enrejada de los días;
y la continua, injusta travesía
por paisajes y pueblos fugitivos.
La ofensa de la jaula. Ese ultraje
al temible fulgor de su rugido.
La soledad del mundo en los latidos
y una extrañeza íntima y salvaje.
Soñó -tal vez- la selva, ¡la manada!
y en esa dicha que le fue negada,
quizá la muerte le cumplió el deseo
de seguir siendo el otro, el que no fue;
no el que murió en el circo, el que uno ve
con su vacío ser, en el Museo.
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Juan Manuel Alfaro. Paraná, 2 de enero de 2022



12/2/22

El Museo Provincial Antonio Serrano en una muestra internacional de arte ambiental

 El Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas “Prof. Antonio Serrano”, dependiente de la Secretaría de Cultura de la provincia, acompañó la participación del artista Guillermo Vezzosi en la muestra DiverseArtLa, realizada en el marco de la feria internacional de arte LA Art Show.

En dicha feria participan anualmente más de 80 galerías, museos y organizaciones artísticas sin fines de lucro de todo el mundo que exhiben pinturas, esculturas, fotografías, diseños, videos e instalaciones. Allí tuvo lugar la muestra "DiverseArtLa2022", un espacio museístico dentro de la feria, cuyo objetivo explorar cómo se representa el medio ambiente en el arte y el lugar de la humanidad en el mundo. Se concretó del 19 al 23 de enero pasado en Los Ángeles.

En este marco, el artista independiente, Guillermo Anselmo Vezzosi, presentó la instalación "Frutos de la Tierra" con los auspicios del Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Prof. Antonio Serrano, de Entre Ríos, y el Museo Municipal de Bellas Artes de Tandil.

La obra fue realizada totalmente con materiales reciclados, recolectados comunitariamente en la localidad entrerriana de Cerrito, principalmente, poniendo el foco en la gran cantidad de residuos que producimos día a día, invitando a la reflexión sobre la transformación de la naturaleza y el impacto de la actividad del hombre, así como también promover la educación en sustentabilidad.

“Para mí fue un honor poder contar con el acompañamiento del Museo Serrano, ya que considero fundamental contar con el apoyo y reconocimiento de una institución tan importante en relación a las ciencias. Es importante para el trabajo de artistas independientes que las Instituciones decidan acompañarlos y ayudarlos a difundir su trabajo, proyectos e investigaciones, ya que de esa manera se consolidan los medios a través de los cuales la información puede llegar a nuevos actores (entiéndase público, científicos, docentes, etc). Es por ello que es de suma importancia el apoyo e interés brindado desde la Dirección del Museo Serrano, a través de Gisela Bahler, quien no dudó en sumarse a este proyecto” y agregó “Este proyecto no fue el primero, ya que junto al Serrano hemos trabajado también en el proyecto Cultura del Agua presentado en Tecnópolis.” comentó el artista Guillermo Vizzosi.

Bajo la curaduría de Indiana Gnocchini, Frutos de la Tierra se constituyó como un proyecto de investigación científica, vinculación y ejecución, donde los desechos cobran una segunda vida, buscando la concientización sobre el daño que causamos los humanos en el medio ambiente.

“Su instalación inmersiva, nos invita a recapacitar que formamos parte de un todo con la naturaleza, un todo complejo y en constante mutación y adaptación, pero a su vez nos interpela en nuestros más recónditos pensamientos, nos examina e induce a tomar partida, interrogarnos sobre quiénes somos y los vínculos que nos unen a nuestro hábitat, pues así propone al visitante accionar nuevos imaginarios, creando una ilusión de tiempo y lugar, un devenir donde es protagonista.” expresó Indiana Gnocchini.

Cabe destacar que este proyecto fue considerado de alto interés artístico y cultural por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional y Culto de la República Argentina.


Sobre la obra:

Los frutos de la Tierra fue confeccionada con aluminio reutilizado proveniente de 1000 latas que fueron recolectadas en la localidad de Cerrito, provincia de Entre Ríos, y otras ciudades, a través de un sistema comunitario de recolección. La instalación artística fue expuesta en una sala de 10.00m x 8.00m x 3.00m de altura y toda la obra viajó desarmada en una valija de 23kg. lo cual genera un dato interesante ya que es una obra de gran tamaño que no requiere de grandes volúmenes para ser transportada.

A su vez, la obra contó con una composición sonora realizada por María Emilia Peralta, con fragmentos de la sonda Voyager y sonidos de la naturaleza, logrando crear un ambiente que se fundió con la obra artística creando una experiencia inmersiva completa.